Un vehículo no solo es un activo que forma parte del patrimonio personal o familiar de alguien, tampoco se trata exclusivamente del medio de transporte del cual dependemos, si bien ambos conceptos son válidos el auto significa más, se trata de otro miembro de la familia, uno indispensable para el desarrollo de un sinfín de diligencias y que además siempre queremos mantenerlo en buen estado, es por eso que hoy te diremos cómo pintarlo usando un elevador de coches y otros elementos.
Podemos coincidir que el trabajo de pintura automotriz no es para cualquiera, de hecho la mayoría prefiere acudir directamente a talleres especializados para solicitar el servicio, pero si eres de esos que se atreven a todo y crees tener la capacidad y el equipo necesario para dejar tu coche reluciente bajo una nueva capa de color, pues aquí te van los pasos a seguir.
1.- Posicionar: lo primero que debes considerar es la ubicación y posición del coche, lo mejor es que sea en un lugar cerrado, limpio y con espacio suficiente. Además, necesitarás un elevador de coches para facilitar la tarea dejando el vehículo a una altura adecuada para trabajar sobre él, sin lastimarse la espalda.
2.- Lijado: hay una regla importante, no se trata de solo pintar una zona afectada por un rayón o desgaste, hay dos formas de trabajarlo, por pieza completa (capota, maletera, puerta…) o la integridad de la carrocería, pero siempre lo primero es lijar la pieza y con un disolvente limpiar las impurezas que van quedando.
3.- Corrección: si existen abolladuras, golpes, y desperfectos hay varias formas de arreglarlo, si son detalles mínimos se puede utilizar masilla para dar la forma adecuada, pero en casos más graves toca hacer un trabajo carrocero o sustituir la pieza.
4.- Imprimar: tal cual su nombre lo indica es el momento de aplicar imprimación y hacer un último lijado superficial muy suave.
5.- Pintar: llego la hora, con una pistola especial de pintura aplicar en capas iguales el color obtenido, mucho cuidado con las mezclas, es bueno conocer los componentes de la fórmula para lograr la adherencia y calidad requerida.
6.- Barnizar: no queremos una pintura sin brillo sino con un buen acabado, por ello hay que lacar la superficie, es el proceso más delicado, ya que la suciedad será un factor influyente debido a que se pega y puede dañar el trabajo.
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