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Enfermedades de amianto y asbestos

11:33 pm mayo 15, 2018

amianto y asbestos

La calidad de vida de las personas se ha orientado en la adquisición de bienes que incrementen su capital y faciliten sus actividades, unos ejemplos son: casas, coches, fincas, ordenadores, móviles, etcétera. Sin embargo, no se puede olvidar la salud social, la cual se ha visto afectada por ciertos desarrollos industriales como es el caso del uso de fibra de amianto y asbestos para materiales de construcción y partes de algunos medios de transporte.

El amianto es un mineral sólido, que tiene características muy atractivas para el sector industrial, como lo son su resistencia, firmeza, maleabilidad, aislamiento eléctrico, acústico, del calor y su bajo coste. En otras palabras, cumple con especificaciones de calidad y economía. Pero, el tema de salud está por encima de ello; punto que este valioso compuesto no desempeña, ya que generan afectaciones a los pulmones.

Alrededor de los años 1900 esta lamentable desventaja no era conocida y fue cuando se empezó a expandir el uso de asbesto a lo largo del mundo; no obstante en 1906 está registrado el primer caso, en London, por inhalación de fibras de amianto a altas concentraciones. Cabe destacar, que hay dos tipos de liberación del compuesto, clasificándose en material friable y no friable, siendo la primera más perjudicial que la segunda.

El material friable, se caracteriza por desprender las fibras con mucha facilidad, simplemente con la manipulación humana, contacto con leves corrientes de aire o vibraciones. En cambio, el no friable, requiere el uso de herramientas o fuerzas mayores. Estos eran útiles en la fabricación de techos, tuberías, recubrimientos de calderas, tanques, plásticos, textiles, indumentaria de trabajo, guantes y el famoso fibrocemento, por citar algunos productos que los contenían.

Dichas fibras a altas concentraciones o a tiempos prolongados de contacto, generan asbestosis, cáncer pulmonar y mesotelioma. De ahí, que se prohibió su uso y procesamiento a inicios del siglo XXI, reemplazándose este elemento. Pero, esto no es tarea fácil, es necesario un equipo de profesionales para ello, cuya manipulación del amianto no les produzca estragos a su salud. Ahora bien, las estadísticas indican que hasta el 2040 aun existirá esta terrible contaminación.