Por todos son conocidas las famosas propiedades relajantes del alcohol. El que logra que las personas se desinhiban socialmente y puedan divertirse mejor en una fiesta. Pero para asegurarse de que su salida a unos sitios de rumba en Bogotá transcurra en medio de la alegría, sin que ocurra nada extremadamente embarazoso o trágico, hay una serie de precauciones y medidas que debe tomar en cuenta.

El salir con amigos confiables y responsables es clave, puesto que normalmente el exceso en el consumo proviene de tratar de mantenerse al ritmo del grupo, descuidando los límites del propio organismo. Pero con la compañía correcta, no solo se pasa un rato ameno, sino que todos se cuidan mutuamente. Ya sea señalando cuando alguien comienza a pasarse de tragos, o teniendo un conductor designado, sobrio, quien se cerciorará que cada uno llegue a salvo a casa.

Previamente, asegúrese de haber comido bien, de preferencia un plato pesado como carne y carbohidratos, que absorben y liberan más lentamente el golpe de alcohol en el organismo. Y durante la reunión mantenga cerca refrescos y jugos, tomándolos en la misma proporción que el tequila o la bebida de su elección, para mantenerse hidratado.

Aunque suene curioso, un requisito es estar alegre, ya que los licores, luego de un corto periodo de entumecimiento, tienden a magnificar las emociones previamente presentes. Así, si se empieza triste se terminará desolado, o si está enojado puede llegar a furioso. Pero si inicia con una buena disposición llegará a una cómoda sensación de bienestar.

Para explicar la razón de esto, imaginemos una relación entre el cuerpo y las bebidas. Visualícese como un vaso pequeño con un agujero en el fondo, cuyo contenido va desapareciendo de a poco mientras se continúa llenando. Si el nivel del líquido ingerido no sobrepasa la orilla del envase se estarán sintiendo solo esos efectos deseables del licor, pero al desbordarse se llega a la desorientación y el malestar.

El truco es saber cuál es su nivel, y una vez que llegue allí, mantenerse firme. Después de todo, un bar de calidad también ofrece otros entretenimientos, juegos, espectáculos y música. Los que son, sin duda, muy buenas opciones para pasar un tiempo divertido y digno de recordar.