El conocimiento confiere poder y esto es válido con independencia del medio en el que uno se encuentre. Por eso, el Big Data inmobiliario, o de cualquier otra área productiva, emplea este análisis computacional para definir las preferencias del mercado y diseñar estrategias eficaces de comercialización que permitan diferenciar el servicio ofrecido.

El sector inmobiliario, al igual que el resto, aprovecha las ventajas de la tecnología para avanzar. Así, proporcionó a su clientela, en un pasado reciente, las búsquedas online de casas o apartamentos en alquiler o venta; después vino la realidad virtual que permitía realizar visitas a los inmuebles sin moverse del lugar. Y, hoy en día, consigue sus propósitos a través de estas herramientas.

Estamos hablando de una etapa más sofisticada en la que se usan los datos obtenidos en tiempo real para analizar las tendencias, posibilitando así la entrega al público de lo que busca en el momento apropiado. De entrada, las zonas de vivienda y oficina se construyen de manera precisa, basadas en los requerimientos actuales de la demanda.

¿Qué beneficios ofrece la Big Data al sector inmobiliario?

Al integrar la información relativa a la densidad del tráfico, servicios existentes, número y tipo de áreas verdes, recreativas y deportivas, presencia de espacios culturales, etc. junto con las perspectivas de desarrollo del lugar, los instrumentos analíticos de Big Data utilizan la geolocalización para establecer urbanizaciones a medida. Esta evaluación profunda del mercado resulta muy positiva a los inversores que, de este modo, corren un riesgo mínimo.

Se espera que toda esta planificación produzca, a su vez, ciudades mejor estructuradas y una calidad de vida superior para sus habitantes. Sin olvidar el hecho de que al aprovechar óptimamente los recursos y gestionar de forma más eficiente las emisiones de desechos, se logra reducir la huella de carbono y, por ende, la contaminación ambiental.

Por último, al hacerse más dinámica la toma de decisiones y minimizar los tiempos de respuesta, es posible disminuir los costes asociados, incrementar las ganancias y aumentar la estabilidad. Gracias a esto, la Big Data permite que los empresarios del sector inmobiliario mejoren sus procesos y que, simultáneamente, los usuarios satisfagan sus necesidades con menos esfuerzo.