Poder contratar a un experto en diseño de interiores Bilbao es una oportunidad única que hay que saber aprovechar, porque detrás de todos sus conocimientos, se esconde un secreto especial: las claves para alcanzar la armonía. Y es que no se trata únicamente de decorar un espacio para que se vea bonito, sino de establecer las pautas básicas para que un lugar sea absolutamente funcional.

La mayoría de las personas suele confundir el trabajo que realiza un interiorista con las labores de un decorador de interiores. Pero, es fundamental aclarar que el diseño no es lo mismo que la decoración, puesto que cada una son disciplinas distintas que se encargan de solucionar asuntos específicos.

En el primer caso, los diseñadores de interiores tienen el deber de enfrentarse con la integridad arquitectónica del interior de una infraestructura y se deben hacer responsables de algunos cambios y renovaciones que hagan falta en un edificio. Por esta razón, necesitarán tener conocimientos sobre arquitectura y psicología ambiental, para crear espacios que se adapten al estilo de vida de sus clientes.

En función de lo anterior, deben desarrollar proyectos que tengan relación entre sí, con el objetivo de que el interior de un espacio sea útil y hermoso al mismo tiempo. La creación de la artesanía, la iluminación, la acústica, la temperatura, la coordinación entre el cliente y la mano de obra, la supervisión del proyecto, buscar presupuestos, etc. son otras tareas que le competen a este experto.

En algunas ocasiones, las personas que quieren contratar a estos profesionales quieren cambiar un área de su hogar u oficina y no saben cómo expresar sus ideas. El interiorista puede utilizar algunas herramientas como la facilitación gráfica, para poder desglosar explicaciones complejas en fragmentos que sean comprensibles por ambas partes. Por lo tanto, también tiene el deber de establecer una comunicación clara con quienes le hayan dado su confianza.

En cambio, un decorador de interiores posee otras funciones claras que se basan en el orden que se les quiera dar a los objetos y afinar los detalles finales. Por ejemplo, elegir las alfombras, el papel tapiz, las cortinas, los muebles, la disposición del mobiliario, los colores que se van a utilizar, accesorios de iluminación, entre otros.

El trabajo en equipo de ambos profesionales genera resultados impresionantes sobre una obra. Gracias a la preparación profesional de ambos, un espacio puede pasar de lo sencillo a lo espectacular, de una manera increíble. El papel que juega cada uno sobre un espacio es determinante para alcanzar el éxito y complacer a los gustos más exigentes.

En este sentido, si quiere renovar el espíritu de su casa o empresa, no dude en ponerse contacto con verdaderos expertos en interiores que transformarán su ambiente habitual en un paraíso maravilloso.